En el escenario del Teatro
La Estigia se pudo apreciar a Mario Nestoroff después de de cumplirse 34 años
de la muerte.
El unipersonal permite
revivir al poeta, en el caso de San Bernardo resurge a un personaje que ha
deambulado en tiempos pasados por sus calles. También permite conocer su voz y
comprender desde otro lugar sus poemas a aquellos que no lo han conocido en
vida.
La obra es emotiva, resalta
la sensibilidad de un poeta atormentado o de un “poeta maldito” como se
denomina en la literatura.
Mario Nestoroff sabe de su
vida errante, dentro de su tormento comprende que ha pasado de ser reconocido
poeta y periodista a vagar las calles en
busca de algún cigarrillo o trago, a caer ebrio en medio de la noche y
despertar al otro día con la frescura del roció.
Casi en todo momento el
personaje se encuentra bajo efectos del alcohol excepto al momento de recitar
poemas, confiesa su vacio, su tristeza, su esperanza destrozada, la desilusión política
en Bulgaria, le habla a dios y el diablo, bebe para olvidar y escribe para
seguir caminando.
Autor: Daniel Sasovsky
Actuación: Gustavo Comini
Dirección: Alberto Casalet
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