Los que profesan el catolicismo o
iglesia oficial, rinden tributo a su santo patrono, Bernardo de Claraval, San
Bernardo, que fue un abad y reformador monástico francés, canonizado en 1174,
21 años después de su muerte en Claraval a los 62 años. En la localidad, el nombre se
impone al pueblo en honor al desaparecido hermano de uno de los primeros
habitantes, don Gonzalo Valentín Pando, quien propuso que este lugar llevase el
nombre de Bernardo, con quien iniciaron la historia de trabajo, sin que haya en
esta localidad descendientes de esa familia ya que provenían de Villa Ángela.
Los hermanos Pando realizaron una inversión inmobiliaria con la proyección de
lotear y dar forma a la localidad en vistas de que era muy probable que el progreso
en la paralela forma de vías de tren llegara a estos lados. Bernardo murió el
25 de abril de 1929, precisamente en el año que los agrimensores Víctor
Spedallieri y Temístocles Bellucci completaron la mensura que fue aprobada y
mediante la cual tomó su particular forma lo que ya dejaría de ser “Pampa del
Huevo” para convertirse en San Bernardo, un merecido tributo a ese español
visionario cuya empresa era forjar un pueblo al que no vio crecer pero lleva su
identidad.
Bernardo Pando no vio la concreción de la idea que tenía con su hermano, con quien asociativamente también se dedicaban a la explotación forestal y algodonera, como tampoco el pueblo pudo ver las vías del ferrocarril que nunca fueron, aunque el trazo y los mojones decían que vendría desde la santiagueña localidad de Quimilí y hasta Quitilipi, pero hubo intereses y desvíos que privaron a este pueblo del progreso que significaba poseer vías férreas.
Bernardo Pando no vio la concreción de la idea que tenía con su hermano, con quien asociativamente también se dedicaban a la explotación forestal y algodonera, como tampoco el pueblo pudo ver las vías del ferrocarril que nunca fueron, aunque el trazo y los mojones decían que vendría desde la santiagueña localidad de Quimilí y hasta Quitilipi, pero hubo intereses y desvíos que privaron a este pueblo del progreso que significaba poseer vías férreas.
Desgraciadamente no se conocen
registros fotográficos de los Pando, pero la memoria de esos hermanos
visionarios quedará por siempre en el pueblo que lleva el nombre uno de ellos,
y un establecimiento educativo, la EGB 755, el nombre del otro, Gonzalo
Valentín Pando, honores a pioneros reconocidos en la historia local.
Hoy, la fiesta en honor del santo
que representaba a uno de ellos, San Bernardo, que no surgió de la nada, tuvo
su origen en la visión y el trabajo tesonero, aun en las dificultades y caprichos
del crecimiento provincial, ya que probablemente quienes decidieron no tuvieron
la visión de nuestros pioneros.
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