Novela: Adoleces de Ausencia (Cap.10)

Cristian cayó en el insaciable monstruo de la adicción, y le mostró una oportunidad al vendedor para que siga alimentando su bolsillo mientras el fantasma hambriento iría comiendo  poco a poco a un joven. Pero podía, aun tenia esa capacidad de controlarse y Loquillo quien le proveía las drogas lo sabia, trabajo desde chico en este negocio y su experiencia le avisaba. Cuando un comprador lo visita a diario es un consumidor regular, en la jerga los vendedores los denominan –el califa-, y los irregulares, quienes le compran esporádicamente, ellos lo llaman rescatados porque se lo compran con el fin de relajarse y conocen los limites.
Loquillo había perdido a su hermano mayor Lucas en un robo armado. Lucas era vendedor y él lo introdujo a la droga a Luis y lo apodo Loquillo. Era unos de los mejores en venta, hasta que un día probó el veneno y su adicción fue tan extrema que lo despidieron del mercado de la droga por consumo. Su  ansiedad por la droga lo llevo a robar y a perder la razón, a tal punto que una noche se le zafo la cadena y mato a una familia que se resistió al robo.
Desde el incidente, la policía lo buscaba por cielo y tierra; él se refugio en la villa (lugar que no entran los policías), estaba escondido con un conocido pero el síndrome de abstinencia lo saco del escondite y lo insito a asaltar un supermercado. La policía fue alertada por el asalto y la información de que el delincuente era alguien que estaba fuera de la ley, se convirtió en el centro de atención de la policía y lo fueron a capturar.
La policía freno sus patrulleros en la dirección correcta pero no podían hacer nada. Lucas uso de rehenes a los cajeros del supermercados antes golpeados, les colocaba el revolver en la sien y pedía que se retire la policía, los rehenes manchados de sangre en el rostro preocupaban a los policías y acudieron a negociar. 
Negociaron hasta que quedaron en un acuerdo, todas la personas del supermercado por cinco mil pesos, el dinero fue sacado del banco y se lo dieron a cambio de ocho clientes del supermercado. Lucas aun tenía a los dos cajeros ensangrentados, pensó que necesitaría un celular para habar con unos contactos que lo ayudarían a salir del lío en que se metió. Entones el policía negociante excedido en kilos, se acerco a intercambiar otra vez, el sabia que los negocios le saldrían bien, pues estaba acostumbrado a las coimas. Realizaron el trueque de cajero mas herido por un celular con cincuenta pesos de crédito. Lucas era un joven que siempre anduvo en cosas raras pero nunca en esto y estaba desconcertado y nervioso, el policía gordo era un pícaro que jugaba de local. Lucas necesitaba huir y pidió un auto.
Cuando Lucas termino de intercambiar el último rehén por un Peugeot preparado, se dio cuenta que el negocio del intercambio fue una manipulación y empezó a dispara contra los policías, estos se cubrieron detrás de los autos, y Lucas tuvo tiempo de arrancar el auto y huir por la única calle despejada de vehículos y personas, dos calles adelante supo que fue una trampa, ya era tarde, cinco policías parados de un costado del asfalto, alzaron sus armas a la altura de los hombros y lo acribillaron.   
continuara...
M.M. Ramitzen

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