Desde
que pisaron Las Malvinas para los combatientes fue una vigilia eterna. Cada 2 de
Abril para ellos es un día triste, es despedirse de sus seres queridos, es la
atrocidad de la guerra, es muerte, mutilaciones, hambre, frio, estruendos y
saber a la misma vez que serán patriotas.
Desde
ese día que se enfrentaron a un imperio, a la peor forma de decidir algo que es
la guerra, a saber que había que morir o matar, a la lluvia helada, al miedo y
a sentirse argentino, también se enfrentaron al insomnio, al estrés, la
depresión, al desequilibrio y la soledad, desde entonces no han podido alejarse
de de la vigilia.
Por todo
esto es que hay que recordar; tenemos que ser soberanos y como dijo el
excombatiente Osvaldo Farkas “no olvidar
de llevar nuestra bandera ante todo lo
que sea liberalismo ingles y norteamericano” dejar de usar esas banderas
en ropas, en medios de comunicación y demás adornos, ser patriotas, saber que a
otros argentinos los mataron estas banderas y nos usurparon nuestras tierras,
que hay caídos familias y veteranos que sintieron el dolor de la guerra y lo
que son capaces de hacer los imperios.
Los
héroes de Malvinas, héroes de defender esa fe que llamamos ser argentinos, de
lograr indirectamente traer a esta democracia de mas de tres décadas, de ser
conscientes en medio de tanta inconsciencia militar y de luchar cuando sus
jefes de altos mandos no movían un dedo para defender el país.
Héroe: según el diccionario es un “Varón
ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes”. Es necesario aclarar que no solo
hacen patria y son héroes quienes defienden en una guerra la soberanía de su
país, también la hacen los jueces y políticos honestos, quien paga sus
impuestos, quien recoge la basura, quien lucha por los obreros, quien se rebela
antes la corrupción del poder, quien no
deja morir la tradición y la cultura de un pueblo; quien decide elegir su
bandera y no propaga otras y quien estudia o se instruye para ser alguien.
Ellos sabrán si cada mañana al despertar o
cada noche antes de acostarse vuelven a desembarcar en las islas, vuelven a
romper el manto de neblina, regresan a ese sitio donde quizás nunca debieron ir
y que una vez que lo pisaron quizás nunca más regresaron.
Mauro Martinez (Ramitzen)
Profesor, EEA Nº 38 - San Bernardo
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