Sabemos que hoy en día la inseguridad es
un tema que no solo nos preocupa, sino que nos ocupa, y los ciudadanos
utilizamos cada vez más los avances para
tener el control, estar protegidos y tener un documento que atestigüe
cualquier hecho, es por eso que en estos días diferentes instituciones,
empresas, comercios y hogares particulares están colocando cámaras de
seguridad. En estos tiempos los que se animaron a poner un negocio de venta de
cámaras de seguridad y los que poseen una empresa al servicio de esas máquinas están
haciendo buenos negocios.
Pero la cuestión a la que voy es ¿de
dónde surge la imperiosa necesidad de utilizar una cámara de seguridad? Si
imperiosa porque es una forma de imperar con demasiados ojos, en todos lados y
en cualquier horario como una forma de ser "el ojo que todo lo ve" y nace de la necesidad de querer vigilar a todos a la
vez, de poder supervisar y atestiguar cada cosa que suceda en una institución,
comercio u hogar.
Pero si nos ponemos a pensar el tema es
una cuestión de sensación, porque primero hay que aclarar que las cámaras de
seguridad son solo cámaras, ninguna defiende a nadie, no poseen armas u algo
por el estilo, solo observan, archivan y poseen alarmas, brindándole al usuario
una “sensación de seguridad”. Porque si por ejemplo algún delincuente irrumpe
en un mercado y roba, las cámaras no podrán detener ni negociar con el
asaltante, solo filmaran y nada más.
Y ante esto me imagino a los que
observan lo grabado por las cámaras de seguridad, en un rincón, en un cuarto o
un sótano como el cuento el Aleph, en este caso un pequeño Aleph “si, el lugar
donde están si confundiese todos los lugar del orbe, vistos desde todos los
ángulos”. Y me pregunto si ahora que los
mercados, empresas, colegios y demás instituciones posen cámaras de seguridad estamos
en una suerte de reality show, donde somos filmando constantemente y quizás en
algún momento una voz nos llame al confesionario o si las cámaras son el Big
Brother de Orwell descripto en su libro “1984” que se trata de una invención
utilizada como arma propagandística infundiendo a la población confianza,
respeto y temor.
Las cámaras de seguridad en estos tiempos son
necesarias y en esa necesidad habría que
ver qué clase de cámaras de seguridad existen en nuestra ciudad, en nuestro
trabajo y a nuestro alrededor, si somos Truman Burbanck, un miembro de Ingsoc o solo
estamos siendo observados por un tipo desde un rincón del algún lugar
cualquiera como Borges en el Aleph.
por Mauro Martinez
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