Hace unos años venimos presenciando
impávidos lo que podríamos llamar “el relato mentiroso” en educación, si
cotejamos las acciones gubernamentales en relación al destino del dinero para
la educación, alto porcentaje a nivel nacional, incluso podríamos llamar
histórico porcentaje del PBI asignado a educación , y la triste realidad en la
que se encuentran nuestras instituciones educativas en el Chaco.
Las asignaciones destinadas a mantener
insumos necesarios para sostener la estructura educativa (tizas, borradores,
libros, etc), así como las cifras asignadas a comedores escolares y refrigerio,
resultan insuficientes, tardías, hasta vergonzosas en sus montos, y ha llevado
a que se intente financiar las instituciones con ingresos a lo provisto por el
estado para la continuidad del funcionamiento institucional, tal cual se
conoce.
Contemplamos con impotencia como a
docentes y alumnos con buena voluntad para aprovechar sus instituciones, se les
“pide” por no decir a veces “obliga” a vender determinado número de bingos,
fomentando nada menos que el juego y la ludopatía, la cual es una adicción
grave, a sabiendas de que muchas veces los niños y docentes no alcanzan a
vender los números solicitados, terminando ellos o sus familias por
adquirirlos, lo cual hace que finalmente sean las familias de los alumnos y
docentes los que solvente de manera
indirecta obligaciones propias del
Estado, dejando además entrar el juego a
sus hogares con lo que podría llegar a significar en el caso de convertirse en
una adicción.
La presencia insuficiente del estado no
tiene explicación ni justificación. menos aún las consecuencias que podrían
desprenderse del accionar de directivos,
docentes y alumnos que con la mejor voluntad
para ayudar a que sus instituciones funciones y en forma claramente inocente,
terminen siendo víctimas del mismo estado, promoviendo el juego que tanto daño
hace a muchas familias.
German
Perelli
Pte de la
Convención UCR Chaco
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