Articulo: Ivan el Bailador

Lo vi hace poco en su escribanía, con una camisa a cuadros, peinado al costado, con algunas canas y ese carisma que lo llevo a ser elegido. En la misma casa que tenía antes de ser intendente, con su mismo oficio, sin empresas, campos ni cargo alguno.
Ese escribano, Ivan Sirich, se presentó candidato a intendente por primera vez en el 2007, ganó y de su mano volvió a gobernar el radicalismo luego de 20 años. En su primer mandato no pudo tener mayoría en el concejo municipal, de 7 concejales metió 4, pero uno de esos 4 se olvidó de su convicción e hizo un interbloque personal. Cuando él asumió, también había asumido Capitanich como gobernador de parte del partido justicialista al igual que el kirchnerismo gobernada a nivel nacional. Ivan en su primer mandato 2007-2011 a pesar que ganó con 55% de los votos la tuvo difícil, ya que tanto en el Chaco como en la nación no tenía respaldo político para crecer, el justicialismo debilitaba a otros partidos opositores con gestiones paralelas y a nivel local tenía la ardua tarea de cambiar décadas de caudillismo.



A nivel local, tuvo que gobernar con deudas millonarias que le dejo la anterior gestión, entre piqueteros que cortaban cada dos por tres la ruta aunque fuera la década ganada, con la oposición que a veces eran mayoría en el concejo, negociando con el gremio municipal. En las campañas políticas cuando venían desde provincia o nación no se lo invitaba a inauguraciones o eventos, se lo atacaba en casi todas las radios como medios digitales y se le ponía trabas con respecto a las gestiones provinciales o nacionales, dado a que todo se bajaba por agrupaciones o funcionarios justicialistas (de forma paralela).

Pero la tuvo aun peor en su mandato 2011-2015, cuando gano por el 33%. Con tres concejales oficialistas y nuevamente 4 de la oposición (el justicialismo se dividió). El exintendente en esta etapa tuvo que seguir luchando contra lo anterior mencionado ya que Capitanich fue reelecto al igual que Cristina Kirchner a nivel país. Ahora en el pueblo tenía que gobernar entre los piqueteros que causaron graves incidentes en la sociedad como la quema de dos camionetas, los medios de comunicación que estaban más enajenados, el sindicato municipal que había obtenido muchos derechos y debía mantenerlos, los frentes justicialistas, empresas de construcción, las líneas internas de su partido y mantener sus logros como la asociación animal, sostener la cargada agenda cultural, el trabajo en las instituciones, aguantar atentados sociales o atentados institucionales como con los tractores del galpón municipal. También debía mantener las calles y los ripios que se hicieron en las extensiones del Barrio las Ladrillerias, Barrio Vivero y San Martin Sur, cumplir con su promesa de campaña realizando el asfalto en la Avenida Menem jr, seguir trabajando desde desarrollo social con los sectores carenciados destinando el mayor presupuesto, conseguir el parque industrial, reactivar la pista ucraniana luego de 25 años, continuar trabando en conjunto con los ladrilleros entre otros… había que aprender a acomodar el cuerpo, dar pasos al frente, al costado y hacia atrás.



Así Sirich, Ivan o Ivancho  que en su primer campaña reformó la canción “Sergio el bailador” por “Ivan el ganador”, fue intendente durante 8 años porque sabía bailar, gobernaba bailando, festejaba bailando, perdía bailando, bailaba con todos, recuerdo que luego de haber perdido las elecciones legislativas y generales, en un evento me dijo “me van a ganar en cualquier cosa pero a bailar nunca”. De esa manera el escribano en los acontecimientos públicos cuando traía grupos, ya sea en el día de la madre, día del pueblo o similares, se ponía a bailar en la pista cumbia, chámame y cuarteto con cualquiera, bailaba bien, todos se van acordar de eso, el intendente en medio de toda la gente que bailoteaba transpiraba la camiseta y se convertía en uno más.

Curiosamente Iván perdió las elecciones sacando el 34% (un porcentaje más que la anterior elección donde fue victorioso), perdió contra los mismos a los que les gano y bailo en toda su campaña, más que nunca tenía las agrupaciones nacionales, funcionarios provinciales, casi todos los medios de comunicación, el poder económico de las empresas constructoras y a todo el PJ local unido para derrotarlo, y así sucedió. Sirich se fue dejando dos concejales, una atmósfera llena de arte, muchas preguntas en esa unión que se abrazó para tumbarlo, una pista vacía y una plaza llena de gente que fue a despedirlo, o acaso para mostrarle que están allí esperando que vuelva.

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