El candidato a diputado provincial por el Partido Obrero, Aurelio Díaz, accedió a una banca en la Cámara de Diputados, al obtener el 5,74 por ciento de los votos equivalentes a 31.107 votos en las elecciones generales legislativas de este domingo conforme al escrutinio provisorio.
El Partido Obrero (PO) viene compitiendo en elecciones en la provincia desde la década del 80 y nunca ha podido encontrar un lugar de representación en la Cámara de Diputados.
Han pasado gobiernos radicales y peronistas pero tuvo que ser en el medio término del mandato de Domingo Peppo en el que Díaz llegase a la Legislatura.
Díaz fue muy cauteloso en los medios, en la que pedía esperar todavía un tiempo más para conocer los resultados del escrutinio provisorio. Finalmente, los cómputos arrojaron el resultado final que confirmó el desembarco a la Legislatura chaqueña por primera vez de un referente de la izquierda.
La Revolción en Bicicleta
La bicicleta es el símbolo que representa a Aurelio Díaz. Podría hablarse de una suerte de marketing de izquierda o de una imagen que simplifica algo más complejo como son las ideas y las prácticas de un dirigente político. De todas formas, la cuestión es que efectivamente Aurelio, a sus 65 años, va a todos lados con su vehículo de dos ruedas. A las reuniones partidarias, a las notas periodísticas y en días de elecciones, siempre en bicicleta.
Aurelio Díaz es carpintero de obra y encofrador. Nació en Villa Berthet el 3 de agosto de 1950. Hijo de un guardaparques y una ama de casa, pasó su infancia recorriendo los pueblos del interior provincial a los que cada tanto era destinado su padre. Dentro de su familia se respiraba la política: su mamá era sobrina de José Bandeo, quien fuera vicegobernador del Chaco en el gobierno de Anselmo Duca a fines de la década del 50. También tenía otro pariente, Emilio Bandeo, quien fue intendente de Tirol. José era radical y Emilio era peronista. Las reuniones de campo en la casa de su abuelo materno (socialista, él) eran verdaderas batallas.
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