Docente
realizan nuevas medidas de fuerza para toda la semana entrante. La comunidad
educativa chaqueña atraviesa un 2019 crítico que azota de lleno al ciclo lectivo. El pasado viernes acumuló 30 días de paro desde el retorno a las aulas del
6 de marzo, y más de 60 desde la presentación a la primera obligación el 25 de
febrero, con la única salvedad de los acatados 5 días de conciliación
obligatoria.
La
recomposición salarial es el eje central de los reclamos debido a que la
situación económica es insostenible, además de advertir que pesa sobre los
educadores una pérdida de poder adquisitivo del 40% sólo por 2018 (tras la
inflación récord del 47,6% del año pasado), y del 50% si se suma 2017.
Según un informe del Centro de Estudios de la
Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, Chaco integra el lote
de provincias donde “el salario docente no alcanza siquiera la media nacional,
por debajo de los 20.000 pesos mensuales”.
Los
docentes del Chaco están por debajo del nivel de la pobreza, para vivir en
Chaco se necesitan 24 mil pesos y un docente que recién se inicia gana un
salario de 13 mil pesos. Sumado a los tarifazos de energía eléctrica de SECHEEP,
que son de 3 y 4 mil pesos como mínimo,
más el aumento de combustible o pasajes para los que viajan a dar clases a otras
localidades y a las amenazas de descuentos que realiza el ejecutivo por las
medidas de fuerzas que realizan. Teniendo en cuenta que en las escuelas hay un vaciamiento total y
falta de inversiones, las instituciones se sostienen con venta de números de
rifa y el esfuerzo diario de la comunidad educativa junto con los padres de los
alumnos.
Comentarios
Publicar un comentario