Dio con él después
de varias preguntas y un laberinto de calles. Le compró dos porros sin saber el
material que contenían esos cigarros, el compañero le advirtió que la mariguana
era de segunda mano, a Cristian no le importo demasiado y le dio el dinero. Cuando
se estaba retirando, el compañero le dijo: -cuando
necesites mas estoy aquí- y le advirtió que al nombre de porro o faso lo
remplace por facturas-.
Al compañero de
Cristian que lo apodaban Loquillo, en el mercado de la droga antes distribuía,
en la jerga lo llaman camello y la
cantidad de dinero que ganaba era mayor que la que obtiene ahora que solo
localiza clientes para venderle mariguana y paco. De la cocaína y las pastillas
se encarga otro muchacho.
Cristian que ya
había aprendido la técnica de fumar en el viaje de estudio escolar no le
resultaría difícil caer bajo el efecto del humo. Se metió en una casa
abandonada, no era antigua se encontraba en construcción, la casa era amplia y
vacía. Se sentó sobre unos escombros y fumo el primer faso queriendo escapar de
la vida que lo agobiaba. Quería salir de su estado.
¿La droga lo llamó?, ¿El fue hacia ella? O ¿La existencia de ambos permitió el
encuentro?
Fumó uno de los tres
fasos y se perdió por poco tiempo, un rato después del efecto regreso a su
hogar, se sentía raro, fue una nueva experiencia, lo comparo con el sexo.
Después de probar el
porro alguien lo evocaba desde lo profundo de la memoria.
Cenó y jugo a los
videojuegos en la computadora. Eso lo distrajo un poco, pero algo seguía
llamándolo, un volver a probar, un impulso que brotaba, quería ese no se que
agradable, quería otra dosis, quería volver a ese estado de excitación en el
inconciente y el tenia con que satisfacer el llamado del ese monstruo.
Eran la 18:00. él se
dirigía rumbo al colegio, sin embargo se desvío del rutinario camino donde por
años ha gastado sus zapatillas y escogió otro camino muy distinto, la casa
abandonada era el objetivo pero otro seria el destino. Antes de ocultarse en
los ladrillos tuvo que esperar que los obreros terminen de trabajar, a las
19:00 culminada la hora.
Se retiraron todos y
se metió en el sitio, lo invadió un olor a cemento fresco y allí fumo uno de
los dos que le quedaban, consumió el porro y terminado el efecto se sintió mal
y luego prendió el otro y lo empezó a pitar.
El porro lo hizo
viajar lejos a placeres que en su propia vida no podía crear, evadió la
realidad pero solo por unos minutos, cuando regreso de donde nunca se fue, la
inestabilidad sentimental aumento su volumen, la angustia fue extrema a tal
punto de exprimir en el pecho dificultándole la respiración. Creía que moriría
de tristeza y corrió a su casa.
Algunas personas lo
miraban sin entender su actitud y quienes lo conocían quedaron desconcertados
viendo su cara gesticulada en espanto. Llego a casa y tomó la pastilla para
dormir. Con la pastilla no solucionaría las cosas pero dormir es la mejor forma
de no estar en la realidad.
Mientras Cristian
soñaba; desde un extremo de la ciudad en un barrio del sur Andrea lo extrañaba
y lloraba abrasada a una almohada, se quitaba las lágrimas con los puños y
volvían a recorrer el mentón.
Andrea, presa en su
orgullo femenino, intentando superar un una infidelidad era ajena a lo que le
sucedía a Cristian.
......continuara....
M.M Ramitzen
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